www.paquebote.com > ENRIQUE JARDIEL PONCELA
Edición de María del Pilar Celma Valero.
Incluye las novelas:
• Pero….¿hubo alguna vez once mil vírgenes?
• La «tournée de Dios.
Con este segundo tomo de novelas de Enrique Jardiel Poncela (1901 - 1952) la Fundación Castro concluye la serie dedicada a recoger su narrativa completa cuidadosamente editada por Pilar Celma, catedrática de Literatura Española y reconocida especialista en el autor madrileño.
En Pero… ¿hubo alguna vez once mil vírgenes?, Jardiel resulta asombrosamente moderno al hacer cómplice al lector con apelaciones continuas, con el uso ya conocido del lenguaje icónico y esa visión desencantada sobre la sociedad de su época que solo el humor puede aliviar. Pero a diferencia de las parodias de ciertos géneros literarios llevados a cabo en sus primeras novelas, nos encontramos ahora con el cuestionamiento, no solo de la castidad femenina, sino de todo un mito nacional, la figura de Don Juan, que dibujará como un pobre diablo que se deja seducir por las mujeres y termina sumido en el fracaso más absoluto.
No menos alentador parece el mensaje que se desprende de La «tournée» de Dios, en la que un Creador muy poco compasivo baja a la Tierra y se muestra insensible a las desgracias del hombre ya que, tan en crisis se encuentra en el fondo esta divinidad, como el propio ser humano angustiado por la falta de valores.
En suma, con el presente volumen se brinda una oportunidad única para disfrutar de este autor vanguardista que renovó los presupuestos del humor y la narrativa de su tiempo.
La banda de ladrones de guante blanco que lidera Miguel el Melancólico se dispone a dar un golpe en casa de los señores de Arévalo, donde se celebra una fiesta. Todo está preparado cuando aparece Herminia, una atractiva joven que distrae al Melancólico relatándole su trágica y accidentada vida. Publicada por primera vez en 1939 en la colección denominada «Los novelistas», Diez minutos antes de la medianoche acabó convirtiéndose en el prólogo a la comedia "Los ladrones somos gente honrada" (1941), uno de los grandes éxitos de Jardiel Poncela que posteriormente sería llevado al cine.
Humor ingenioso y absurdo a caballo entre el relato policíaco de intriga y la historia de amor galante, que se remata con un sorprendente final.
Entre 1932 y 1935, Enrique Jardiel Poncela viajó en dos ocasiones a Hollywood, contratado como guionista por los estudios de la Fox Film Corporation. Allí también logró rodar, con un equipo técnico totalmente norteamericano, la película en verso Angelina o el honor de un brigadier, basada en una de sus grandes comedias. Su experiencia en Los Ángeles, ciudad que él sitúa a 40 kilómetros del Océano Pacífico y a 30 de Charles Chaplin, es el núcleo central de este libro, que comienza en una estación de ferrocarril de París y acaba en un teatrode Madrid, de la mano de la actriz Catalina Bárcena. El ingenio y el poderoso sentido del humor de Jardiel, que constantemente roza el absurdo y el surrealismo, convierten su aventura norteamericana en un relato apasionante sobre un mundo que a él le parece a medio construir pero que le fascina: los rascacielos de Nueva York —«la ciudad menos parecida a Madrid que más se parece a Madrid»—, la atmósfera mafiosa de Chicago, las palmeras de California… De cada sitio se lleva un posavasos, la carta del menú, una postal con la que ilustrar el texto
¿Qué ocurre cuándo el mismísimo Dios, el Supremo Hacedor, avisa que planea visitar el mundo durante una temporadita y elige España como lugar de llegada? Si quiere saberlo, lea está fresca y disparatada novela, la última que escribió el irrepetible y genial Jardiel Poncela (el escritor español más marxista-grouchonista de este siglo) antes de comenzar a escribir teatro. El Dios que llega es un ser grotescamente cotidiano, que desecha, ante preguntas de ABC, la posibilidad de repetir el Diluvio Universal porque con el invento de los submarinos no serviría de nada, que concede audiencias a las Damas Católicas españolas y que se ve sumergido en tal programa de homenajes (visitas a provincias, desfiles militares, sesiones en las Cortes, corridas de abono, banquetes, obras de caridad, veladas teatrales, cabaretes... ) que al cabo de una semana está como si viniera de los Sanfermines. La novela utiliza anuncios de prensa, recursos tipográficos y carteles para recrear, con una ingenua pero caústica ironía, la influencia en la castiza sociedad española de tal visita. Casi un siglo después de ser escrita (la primera edición es de 1932) sigue siendo una lectura deliciosa.